Por Adriana Clemente, Juan Pablo Scaglia, Verónica Gallardo
Facultad de Ciencias Sociales (FSOC) y Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) Universidad de Buenos Aires

El aumento constante de la complejidad en la producción de conocimientos y las prácticas académicas y profesionales se torna cada vez más habitual en el abordaje interdisciplinario. Esta complejidad surge ineludiblemente al momento de abordar la realidad como una trama de relaciones complejas, como estudio y búsqueda de soluciones a los grandes problemas de la sociedad, como superación de un enfoque hiperdisciplinario estableciendo un enfoque de complementariedad y como diálogo de saberes científicos y extracientíficos (arte, religión, vida cotidiana, experiencia). (Morín, 2003) Pero este abordaje no está exento de problemas. Cada vez más frecuentemente es tema de reflexión epistémica y son contados los equipos interdisciplinarios satisfechos con su propia experiencia. En general, se evidencia un consenso alrededor de la necesidad de la construcción de una metodología interdisciplinar homogénea.

Este trabajo propone tomar la experiencia del equipo FADU/CCSS de la UBA en Diseño & Desarrollo Social (PDyDS) como un caso de estudio, en la búsqueda de apuntes y reflexiones que pudieran ser generalizables a otros equipos similares e intentando la construcción de algunas categorías posibles para su contrastación. Este equipo en particular es autoconvocado alrededor de lo que llamaremos una convergencia estratégica en términos de Roberto Doberti que lo llama «el estar y el actuar» (sistema de apropiación). Es decir, este equipo no se define por una misión específica ni por una teorización platónica sino por una voluntad interventiva.

La voluntad transformadora de todo Proyecto define la construcción del objetivo de intervención que hace referencia a una proyección de resultado pero también a un trabajo conjunto y flexible a partir de los objetivos que propone el Programa DyDS referidos a los fenómenos de exclusión y marginación que genera la ciudad en su configuración económica y social, como parte de su propia lógica de crecimiento. La voluntad interventiva se define en el plano del proyecto, en la intención de transformación, en el análisis de la ciudad y sus dispositivos de desarrollo; hace pie en una racionalidad práctica y reconoce dos objetivos:
TRANSFORMACIONES Y ANTICIPACIONES URBANAS | 10
a) Incidir o participar en la elaboración de las políticas públicas; y b) Modificar las estructuras académicas y disciplinares alrededor de estas temáticas.

En un primer abordaje de la cuestión interdisciplinar se hacen observaciones en tres planos, que según nuestra experiencia, hacen posible un planteo de trabajo interdisciplinario:
1. La convergencia ideológica: La convergencia combina líneas tradicionales e innovadores bajo un mismo paradigma de transformación.
2. La complementariedad de las aptitudes: Adquiridas tanto en el tramo de formación curricular como en el entrenamiento profesional, permite el trabajo interdisciplinario, basándose en la detección de fortalezas para trazar quizás una experiencia transdisciplinaria.
3. Especificidad disciplinar y solvencia profesional: Ambas disciplinas coinciden que el valor de este trabajo se ancla en la calidad profesional de las acciones específicas y propias de cada disciplina. Esta afirmación refuerza la idea de que la formación de grado no puede desentenderse y/o abstraerse del universo social e institucional en el que luego se debe insertar el graduado.
Características que se interrelacionan generando procesos productivos y etapas reflexivas tanto dentro del grupo como hacia la totalidad de las disciplinas intervinientes. De nada serviría la convergencia ideológica si sus propuestas no fuesen sustentables y no podríamos hablar de condiciones de igualdad si los saberes y conocimientos de la Universidad Pública no fueran como mínimo equivalentes a los disponibles por los sectores más poderosos.